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(1) SOSPECHA CLÍNICA DE HIPERTENSION INTRACRANEAL
La clínica de la HTIC varía en función de la edad del paciente (lactante o niño) y del tiempo de instauración:
Según edad:
• Niño: La cefalea es uno de los síntomas principales tanto en casos de curso agudo como crónico. Tiene un carácter persistente, de predominio matutino y tiende a presentar mejoría con el ortostatismo. Se puede desencadenar por situaciones que aumenten la PIC como las maniobras de Valsalva. Los vómitos son un síntoma acompañante frecuente y son normalmente proyectivos, sin náusea previa. Son más frecuentes por la mañana favorecidos por la situación de decúbito nocturno.
• Lactante: aumento de perímetro craneal, dehiscencia de suturas y abombamiento de la fontanela anterior. En casos extremos, se puede observar el signo de ojos en puesta de sol (desplazamiento de los globos oculares en dirección ínfero-externa y limitación de la mirada en sentido vertical superior). La irritabilidad y los vómitos también son frecuentes.
Según tiempo de instauración:
• Cuadros de inicio agudo: alteración brusca del estado mental (obnubilación o somnolencia) y menos frecuente aparición de convulsiones. En casos evolucionados pueden observarse la tríada de Cushing (hipertensión arterial, bradicardia o depresión respiratoria) que es un signo de gravedad que representa riesgo elevado de herniación inminente.
• Cuadros subagudos o crónicos: es característico la cefalea, vómitos y el papiledema. La presencia de este último confirma la existencia de hipertensión intracraneal, pero su ausencia no la descarta pues requiere de días para hacerse manifiesto. Se puede observar también alteraciones visuales (pérdida de la visión periférica, o diplopía por alteración de los pares craneales responsables de la motilidad ocular), alteración de la marcha y la coordinación, trastornos conductuales, así como alteraciones del desarrollo psicomotor en lactantes.
(2) TRIANGULO EVALUACION PEDIATRICA (TEP):
La aproximación inicial al paciente se realiza con el triángulo de evaluación pediátrica y en el caso del niño con hipertensión intracraneal, podemos observar un TEP estable en los cuadros leves y de poca evolución de HTIC, un TEP de disfunción del sistema nervioso central o de fallo respiratorio en aquellos más evolucionados.
(3) EVALUACIÓN PRIMARIA Y ESTABILIZACION:
Los objetivos de la evaluación inicial y estabilización en el paciente con HTIC son:
• Asegurar oxigenación y ventilación adecuada para prevenir la vasodilatación y secundariamente la elevación de la PIC causada por la hipoxemia e hipercapnia.
• Mantenimiento de una tensión arterial normal para mantener una adecuada presión de perfusión cerebral y prevenir la isquemia cerebral
(3A) En los niños con indicación de intubación endocraneal, esta debe realizarse siempre tras administración de fármacos de secuencia rápida de intubación. La maniobra de intubación es una maniobra agresiva y realizarla sin las medidas preventivas puede producir aumento de la presión intracraneal (PIC) y por tanto empeoramiento del cuadro clínico.
(3B) En los pacientes intubados se debe mantener una PaCO2 entre 35 y 40 mmHg. Solo si existen signos de herniación inminente se puede utilizar hiperventilación más agresiva (PaCO2 < 30 mmHg) de forma temporal.
La hiperventilación puede prevenir la herniación debido a que disminuye la presión diferencial entre los compartimientos cerebrales, pero está asociada a riesgo de isquemia cerebral por disminución del flujo sanguíneo cerebral, por lo que su eso está restringido a aquellos pacientes con signos de herniación inminente.
(3C) Se debe mantener tensión arterial para mantener una correcta perfusión cerebral y evitar lesiones isquémicas.
Hay que evitar tanto la hipovolemia porque disminuye perfusión cerebral como el exceso de volumen ya que puede provocar edema cerebral y aumento de la PIC.
(3D) La evaluación neurológica en estos pacientes mediante el AVPN (alerta, respuesta a orden verbal, respuesta a dolor o inconsciente) y la función pupilar nos puede aportar información, tanto de la necesidad de intubación endotraqueal (paciente inconsciente), como de la presencia de signo de herniación (alteración del nivel de alerta y midriasis unilateral arreactiva).
(3E) Es importante evitar la hipertermia ya que el aumento de la temperatura produce incremento del metabolismo cerebral y del flujo sanguíneo cerebral elevando la PIC.
(4) SIGNOS DE HERNIACION INMINENTE:
Los síntomas y signos mas frecuentes que indican herniación inminente son: coma, anisocoria, cefalea intensa, respiración anormal, hemiplejia, postura decorticación/descerebración, hipertensión arterial con bradicardia o taquicardia.
En la tabla 16-1 se explica la fisiopatología y la clínica de los diferentes tipos de hernia cerebral que se pueden dar.
(5) TRATAMIENTO URGENTE DE LA HERNIACION INMINENTE:
El empleo de sustancias osmóticamente activas produce paso de líquido del espacio extracelular a la circulación, disminuyendo el volumen cerebral y la PIC. Los agentes más empleados son el manitol y el suero salino hipertónico.
• Manitol:
– Dosis 0,5 a 1 g/kg (2,5-5ml/kg de manitol 20%) intravenoso en 20-30 minutos (máx. 100 g). – Inicio de acción muy rápido (por esta característica algunos autores lo prefieren como tratamiento inicial). – Efecto secundario: diuresis intensa, por lo que se debe monitorizar la volemia y el equilibrio electrolítico.
• Suero salino hipertónico 3%:
– Dosis: 5 ml/kg en bolo intravenoso. Puede repetirse cada hora siempre y cuando no se supere un nivel de sodio sérico de 160 mEq/L.
– Tras los bolos iniciales y una vez controlada la PIC se puede emplear en infusión continua a dosis de 0,5-1,5 ml/kg/h para mantener PIC< 20 cmH2O.
– Ventaja respecto al manitol: no produce diuresis osmótica significativa, por lo que es de elección en pacientes hemodinámicamente inestables.
Hay autores que administran tratamiento combinado (manitol y salino al 3%) ya que parece que el salino 3% compensa la hiponatremia e hipovolemia asociado al manitol y por otro lado el manitol ayuda a compensar el empeoramiento del edema vascular vasogénico que puede ocurrir con el uso prolongado del salino 3%.
(6) EVALUACIÓN SECUNDARIA:
• SAMPLE:
– Síntoma/signo: cefalea, vómitos, alteraciones visuales, irritabilidad en lactantes, alteración de la marcha. Importante preguntar el tiempo de evolución de la clínica. Si presenta fiebre asociada nos puede indicar causa infecciosa.
– Antecedentes personales: niño portador de válvula de derivación ventriculoperitoneal.
– Eventos: si ha presentado traumatismo craneoencefálico o politraumatismo.
• Exploración física: completa en busca de signos que nos puedan ayudar al diagnóstico etiológico.
– Fondo de ojo: aunque el desarrollo de papiledema requiere de tiempo de evolución y puede no estar presente en casos de hipertensión intracraneal de desarrollo brusco, su presencia es uno de los indicadores más específicos de aumento de la PIC.
(7A) EVALUACION TERCIARIA: PRUEBAS COMPLEMENTARIAS:
Las pruebas complementarias van encaminadas tanto a la búsqueda del aumento de la PIC como como de la etiología.
• TAC craneal: Ojo!!!! la ausencia de hallazgos patológicos en la TC inicial no descarta un aumento de la PIC en pacientes con clínica sugestiva, por lo que en estos casos deberá tomarse una actitud expectante siendo necesario en ocasiones monitorizar la PIC mediante técnicas invasivas o repetir la prueba de imagen en las horas posteriores.
Los hallazgos de aumento de la PIC en el TAC son:
– Desplazamiento de la línea media.
– Borramiento de surcos cerebrales.
– Obliteración de cisternas basales peri-mesencefálicas.
– Marca en huella digital en tabla interna de cráneo (en HTIC crónica).
– Aumento diámetro de envoltura de nervio óptico > 6 mm (en adultos).
• Resonancia nuclear magnética: Es una alternativa adecuada a la TC craneal en pacientes estables sin alteración del estado mental en los que se sospecha un PIC crónicamente elevada.
• La punción lumbar está contraindicada si:
– Focalidad neurológica a pesar de la normalidad en las pruebas de imagen, puesto que estas pueden no siempre detectar aumentos de la PIC en su fase inicial.
– Sospecha de HTIC secundaria a infección del SNC hasta que no se realicen estudios de neuroimagen, debido al riesgo de herniación por disminución de la presión infratentorial.
• En ocasiones puede ser necesario otras exploraciones radiológicas como la arteriografía o angiorresonancia que pueden ser necesarias en aquellos casos en los que el aumento de la PIC sea debido a alteraciones vasculares.
En la tabla 16-2 se exponen las posibles causas de la HTIC.
(7B) EVALUACION TERCIARIA: TRATAMIENTO
El tratamiento urgente de la HTIC está indicado en aquellos pacientes con cifras de PIC > 20 mm de Hg durante más de 5 minutos, y en aquellos con PIC desconocida que presenten signos de herniación.
El tratamiento se basa en la estabilización inicial del paciente y la instauración de medidas de soporte que previenen el desarrollo de complicaciones neurológicas.
Algunos de los tratamientos usados en el momento agudo son:
• Terapia hiperosmolar: manitol o el suero salino hipertónico.
• Antibiótico: si sospecha de infección del sistema nervioso central.
• Anticonvulsivantes: si riesgo elevado de desarrollar convulsiones (anomalía parenquimatosa, fractura craneal deprimida o lesión cerebral traumática grave).
• Corticoides: se utilizan en aquellos pacientes con edema vasogénico ocasionado por lesiones con efecto masa como tumores o abscesos se recomienda el empleo de dexametasona (0,25-0,5 mg/kg) cada 6 horas (máximo 16 mg/día).
• Coma barbitúrico: está indicado en caso de HTIC refractaria a otras medidas. Su efecto se basa en la disminución del metabolismo cerebral, con la consiguiente reducción del flujo sanguíneo cerebral y de la PIC. El más empleado es el pentobarbital.
• Tratamiento quirúrgico: está indicado en pacientes en los que no se logra el control de la HTIC con medidas farmacológicas. Las técnicas quirúrgicas utilizadas son:
– Drenaje de LCR a través de derivaciones externas que permiten tanto medir la PIC como evacuar LCR.
– Descompresión quirúrgica: se basa en la realización de una craniectomía descompresiva en la que se retira parte del cráneo para permitir compensar la elevación de la PIC.
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